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Cuidar la piel después del sol

Estamos en pleno verano, vamos a la playa, a la piscina e incluso cuando salimos a pasear nos da el sol. Cuando estamos bronceados nos vemos mejor, pero debemos tener en cuenta una serie de consejos para cuidar la piel después del sol.

Beneficios del sol

Los beneficios de sol son muchos:

  1. Ayuda a sintetizar la vitamina D. Esta vitamina es imprescindible para el desarrollo óptimo de nuestro sistema óseo.
  2. Mejora nuestro estado de ánimo. El sol es un antidepresivo natural, que ayuda a que nos sintamos mejor y más alegres, de hecho la falta de sol continua, produce el estado de ánimo contrario.
  3. Tomando el sol con moderación y teniendo en cuenta todos los consejos para disfrutar de él de forma óptima sirve para mejorar el acné, las pieles atópicas y la psoriasis.

Hay que tener en cuenta, que también exponerse al sol tienes sus inconvenientes. Ponerse moreno, es una reacción de la piel para defenderse de un agente dañino como el sol. Esta reacción siempre provoca envejecimiento.

Por tanto, abusar del sol va a provocar un envejecimiento de la piel, por eso es muy importante cuidar la piel después del sol de forma óptima.

¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra piel cuando tomamos el sol?

Para evitar que el sol dañe nuestra piel debemos tomar una serie de precauciones:

  1. Utilizar protector solar. Lo indicado sería usar un factor de protección 50 o pantalla total en todo el cuerpo, así estamos totalmente protegidos.
  2. Aplicar protector solar todos los días del año, en especial si vives en una zona soleada.
  3. El protector solar se debe aplicar regularmente cada dos horas, especialmente si estamos en la playa, piscina, etc. y vamos a tener una exposición larga.
  4. Evitar tomar el sol entre las 12 y las 16 horas, ya que es el periodo en que la radiación es más intensa.

Todos estos cuidados deben ser aún más estrictos si tienes niños pequeños, para evitar quemaduras y problemas de piel.

¿Qué provoca el exceso de sol en nuestra piel?

Hay que tener en cuenta que la piel tiene memoria, por tanto si nos quemamos o lo hemos hecho en el pasado, podemos sufrir fotoenvejecimiento, es decir, envejecimiento prematuro de la piel.

El fotoenvejecimiento causa arrugas y en el peor de los casos melanoma (cáncer de piel). Además causa sequedad y que los poros estén más abiertos.

Por otro lado, el fotoenvejecimiento, da un aspecto rugoso y grueso a nuestra piel, ya que causa deshidratación.

En numerosos casos, el fotoenvejecimiento causa manchas solares (hiperpigmentación), sobre todo en las zonas más sensibles: manos, escote, cara, etc. El riesgo de padecer manchas en la piel por la exposición excesiva al sol se ve incrementado con la edad. Si las manchas solares son un problema para tí consulta nuestros tratamientos especializados.

¿Qué debemos hacer para cuidar nuestra piel después del sol?

Para contrarrestar los efectos dañinos del sol en nuestra piel, debemos realizar una serie de cuidados.

La exposición al sol provoca deshidratación cutánea y vasodilatación, por tanto es necesario aplicar productos que calmen e hidraten.

Los pasos a seguir para cuidar nuestra piel después del sol son:

1.- Ducharse

Con una buena ducha, eliminamos todas la impurezas y el calor. La ducha debe realizarse con agua tibia y utilizar un jabón de ph neutro. Además debe evitar frotar en exceso para no provocar irritación.

2.- Evitar la exfoliación

La exfoliación es adecuada para que tu piel absorba mejor los principios activos de las cremas hidratantes, pero después del sol no es el mejor momento para realizarlo. Ya que puede irritar aún más la piel, causar rojeces y molestias. Deja la exfoliación para otro momento en que tu piel esté menos irritada.

3.- Hidratación

Después de un intensivo día de sol debes hidratar tu piel al máximo. Una vez duchada, aplica una loción corporal que tenga principios activos calmantes y reestructurantes. Son recomendables lociones corporales que incluyan componentes como: aceite de oliva (emoliente y suavizante), ácido hialurónico (hidratante), agua termal (calmante y desensibilizante), manteca de karité (regenerante, hidratante, protege la piel del sol).

Un buen truco, es tener la loción en la nevera. Tu piel agradecerá el frescor después de las horas de sol.

Otra buena opción es usar aftersun después de la ducha y unas horas después aplicar la loción corporal, de esta forma te podrás beneficiar de ambos tratamientos.

 



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