Muchas veces te preguntas ¿por qué si como lo mismo que antes y cada vez peso más? Es cierto que engordamos con la edad y vamos a descubrir todas las claves.

¿Por qué engordamos con la edad?

Las razones son varias:

1.- Porque cada vez nos movemos menos

Con el paso del tiempo nuestra actividad física disminuye. Cuanta menos actividad física menos calorías quemadas y por tanto menos gasto energético. Observa lo que se mueve un niño durante el día y compara con la actividad física que tu realizas ¿notas la diferencia?

2.- Porque perdemos masa muscular

Con el paso del tiempo se va reduciendo la masa muscular y aumentando la masa grasa. El músculo quema más calorías que la masa grasa, incluso en reposo. Esta es otra de las razones por las que haciendo lo mismo engordas más.

3.- Porque se ralentizan los procesos metabólicos

El paso de los años afecta a todo nuestro organismos, a nuestros órganos también les afecta el paso del tiempo. El envejecimiento de los órganos ralentiza los procesos metabólicos, por tanto se reduce la actividad y por tanto se fomenta el aumento de peso. Con los años, las células queman los alimentos más lentamente y tienden a aferrarse a la grasa para tener una reserva de la que echar mano si es necesario.

Otras causas por las que engordamos con la edad

No todas las causas por las que engordamos con la edad se deben a nuestro metabolismo.

Según el servicio de salud público británico (NHS) estas son otras causas que también afectan:

1.- Medicamentos

Con el paso del tiempo, vamos sufriendo achaques que provocan la ingesta de medicamentos. El aumento de peso, es en muchos casos, un efectos secundario de muchos de estos medicamentos. Los medicamentos más comunes que pueden causar un aumento de peso son los esteroides, antisicóticos, insulina, etc.

2.- Insomnio

La falta de sueño afecta tanto a nuestra salud física como mental. Diversos estudios apuntan a que el aumento de peso está fuertemente relacionado con la ganancia de peso. Según pasan loa años, tendemos a dormir menos y esto aumenta las posibilidades de engordar.

3.- Televisión

La televisión fomenta una vida sedentaria. Como comentamos antes este es uno de los grandes problemas que sufrimos con el paso del tiempo. Además, al estar frente al televisor, se fomenta el picoteo y la ingesta de calorías innecesarias.

4.- Estrés

Con el paso del tiempo las responsabilidades aumentan y el estrés más. El estrés provoca ansiedad y esto puede provocar la ingesta de comidas un calóricas, por ejemplo el azúcar. La costumbre de tomar tentempiés azucarados, nos sube el ánimo y nos aporta energía extra, pero es terrorífico para nuestra salud y para nuestra dieta.

El sedentarismo provoca que engordemos con la edad

¿Qué podemos hacer para controlar el peso ganado con los años?

Hay cosas que no podemos evitar, como la ralentización del organismo. Pero si que podemos cambiar nuestros hábitos de vida y así mejorar nuestra salud general y nuestro peso en particular. Si seguimos estas pautas veremos como no engordamos con la edad e incluso podemos perder peso. ¿Qué debemos hacer?

1.- Aumenta tu actividad física, haz ejercicio

Lo mejor para evitar engordad con la edad es mantenerse activo. Los ejercicios más indicados son:

1.- Hacer ejercicios de resistencia

Si realizamos ejercicios de resistencia, como por ejemplo las pesas, ayudamos a mantener la masa muscular. Además toda actividad física nos va a ayudar a terminar con el sedentarismo. Hay estudios que demuestran que 3 sesiones a la semana de pesas durante 4 meses aumentan la tasa de metabolismo en reposo en más de un 6% ¿no está mal no?

2.- Entrenamientos con intervalos de alta intensidad

Este tipo de entrenamiento alterna ejercicios anaeróbicos intensos con breves periodos de reposos y permite seguir quemando calorías cuando ya has dejado de moverte.

Ejemplos de ejercicios anaeróbicos son levantamiento de pesas, carreras cortas a gran velocidad, abdominales, etc. es decir, cualquier ejercicio que precise mucho esfuerzo durante poco tiempo.

Este tipo de entrenamiento hace que los músculos necesiten energía para recuperarse de la actividad física intensa por esos siguen quemando calorías cuando ya has parado. Hay investigaciones que indican que se puede quemar casi 200 calorías en las 14 horas siguientes después de haber hecho estos ejercicios.

2.- Cuida tu alimentación, consume proteínas

Está demostrado que quemamos más calorías al consumir alimentos ricos en proteínas que al consumir carbohidratos y/o alimentos ricos en grasas. Hay estudios que indican que una dieta con un 30% de calorías procedentes de la proteína aumenta el metabolismo en unas 100 calorías al día, respecto a un dieta baja en proteínas.

Además, hay que tener en cuenta, que la proteína ayuda a mantener la masa muscular.

Los alimentos ricos en proteínas son: huevos, queso fresco, yogur, carnes magras, pescados, mariscos, legumbres, arroz salvaje, almendras, etc.

3.- No hagas dieta pasando hambre

Si haces dietas muy estrictas y acabas pasando hambre esto será contraproducente para tu cuerpo. En estas situaciones el organismo se pone en «modo privación» y acaba reduciendo el metabolismo, lo que favorece la obesidad.

Lo mejor para mantener el hambre y el metabolismo controlados es tomar tentempiés ricos en proteínas como almendras, yogur, huevos duros, etc.

La forma forma de ponerse a dieta es seguir el consejo profesional, si necesitas ayuda, te recomendamos que te pongas en contacto con nuestra Unidad de Nutrición.

4.- Duerme lo suficiente

Hay diversos estudios que indican que la falta de sueño ralentiza el metabolismo y esto favorece la obesidad.

Para evitar el insomnio sigue estos consejos:

• Procura acostarte siempre a la misma hora, creando un hábito.
• Suprime ruidos molestos durante tus horas de sueño.
• Mantén la habitación a una temperatura agradable.
• Desconecta todos los aparatos electrónicos al menos una hora antes de irte a dormir.
• Mantén la habitación totalmente a oscuras, apagando incluso los pilotos luminosos de los aparatos eléctricos.